Cuando estábamos en la prepa, empezamos a escuchar una gran variedad de música. Por un lado, estaba las influencias ambientales en su gran mayoría formadas por la música pop de los 80s. Recuerdo a Hugo que de repente llegaba con cintas de los Hombres G, la Trinca y otros grupos españoles que escuchaba en sus escapadas a un bar con su familia, además de algunos descubrimientos como INXS o Bon Jovi que de repente le llegaron de regalo. Pero los mayores hallazgos fueron en los discos de su tío, que era super fan de Genesis.
En casa de Adriana también descubrimos la discografía de su mamá, que a muchos no les significaba gran cosa, pero con Tobi al lado era un tesoro: Bob Dylan, John Denver, Simon & Garfunkel, Eagles; sobre todo cuando el Tobias se reventaba su rola de Escorpio, estas influencias cobraban sentido.
Nuestra querida miss Mary, nos introdujo a Manheim Steamroller (Fresh Air) y Vangelis.
El buen Iván nos compartió su discografía de Black Sabbath; sobre todo el épico Live Evil.
El New con su gusto vanguardista por U2 que más tarde fue un hitaso.
Eduardo que era fiel fan de Metallica (a quien programaban en el radio en las madrugadas).
Renato y su banda que descubrieron a Guns & Roses.
Alberto (el novio de Tatiana) nos expuso al virtuosismo de Rush.
Luis Felipe V quien nos indujo a Marillion y las desgarradoras letras de Fish.
Pero el que se volaba la barda en esos días era Paco. Con sus travesías por España llegaba con noticias de los conciertos que se daban por allá y era un shock; en esos años conciertos de bandas grandes en México...ni de chiste. Pero llegaba cargado de cintas de Pink Floyd, a quién hace poco habíamos encontrado en los discos de Adriana (el Dark side of the moon), pero cuando escuchamos el Ummaguma, Meddle, Wish you were here y otros, la perspectiva cambio; y fue algo más profundo cuando conseguimos la película de the Wall. No se cuantas veces la vimos, pero nos significaba algo que solo podíamos sentir y era difícil de expresar.
El otro grupo insignia fue Yes, de quien conseguimos conciertos, discos y todo lo que se podía, pues es música con la que viajamos.
Nuestra capacidad de sorpresa se veía apabullada por todo este material fresco y variado, que dejó una huella profunda en nuestras vidas.
Cada generación supongo que pasa por un proceso similar, aunque ahora con la ventaja de una disponibilidad mayor a los materiales. Pero en esos 3 años fue una bendición escuchar de todo y en su mayor parte, música de primer nivel.
No es MTV, es Rockervolución TV
miércoles, 18 de abril de 2007
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